
Witold Pruszkowski (Bershad, 14 de enero de 1846–Budapest, 10 de octubre de 1896)
Una corriente helada me sacó de la ensoñación y ahuyentó los efluvios de tu recuerdo, para hacerme retornar a la realidad que te alejaba lacerando mi ánimo. Largas horas de vigilia en las que soñábamos despiertos, única posibilidad que nos permitían para mantener el humor. Cualquier ruido encogía nuestros corazones, revolvía nuestra voluntad. En lo recóndito del pensamiento, en ese momento cuando éste nos evade de la verdad, el miedo desaparece convirtiendo a la muerte en la amante soñada. Quizá no debimos abandonarnos tanto al ubicuo pasaje de los deseos, pero ¿qué más podíamos esperar cuando todo ya estaba decidido? Sigue leyendo «El romero, el engaño y la muerte»